Cartel Masaryk
No tengas miedo, no mientas y no robes. La cita del político, filósofo, sociólogo, educador, feminista y, sobre todo, primer presidente checoslovaco debería servir para todos en la vida. Tomáš Garrigue Masaryk es uno de aquellos a quienes debemos la forma actual de nuestro Estado, la libertad, la democracia y la república como tal. Ahora puedes lucir con orgullo en tu camiseta (o incluso en una sudadera) su no tan famoso retrato, que lo capta en toda su fuerza.
Tomas Garrigue Masaryk, TGM, Daddy Masaryk o Presidente Libertador. Le llaman muchas cosas, pero todo el mundo le conoce. Nació el 7 de marzo de 1850 en Hodonín, hijo de un cochero y una cocinera. Estudió en Strážnice, Brno, Viena y Leipzig. En 1878 se casó en Nueva York con una estadounidense, Charlotte Garrigue, y adoptó su apellido.
Dio clases en la universidad, fue diputado, se interesó por la historia y las cuestiones sociales y apoyó la idea de una Checoslovaquia independiente. Se ganó a las potencias mundiales para su bando y dirigió la organización de las legiones checoslovacas durante la Primera Guerra Mundial. El 28 de octubre de 1918 se convirtió en el primer presidente de Checoslovaquia y fue reelegido en 1920, 1927 y 1934. Él mismo abdicó por motivos de salud en 1935, y murió el 14 de septiembre de 1937.
Además de apoyar el sufragio universal o la jornada laboral de ocho horas, por ejemplo, Masaryk era amigo de Edvard Beneš, Karel Čapek y otros intelectuales de la Primera República. Fue propuesto diecisiete veces para el Premio Nobel de la Paz. La tradición era que mientras Masaryk viviera, Hitler no se atrevería a iniciar una guerra. El Presidente murió un año y dos semanas antes de que se firmaran los Acuerdos de Múnich.
